En la primera parte de este artículo se describieron algunas generalidades sobre la atención odontológica de la mujer gestante y el plan de tratamiento a seguir durante este periodo de su vida. Esta segunda parte incluye algunas especificaciones sobre el plan de tratamiento, la posición del sillón durante el embarazo y la influencia de la relación paciente-odontólogo en la aceptación del tratamiento por parte de la mujer embarazada.
En general, se recomienda prestar singular cuidado y atención al realizar todos los procedimientos al tratar a una gestante, para evitar cualquier posible error y las complicaciones que estos puedan implicar. En el primer trimestre de gestación, durante la atención odontológica, puede aumentar la posibilidad de regurgitación, náuseas y vómito, lo cual “dificultaría la colocación de dique de hule” Se recomienda usar anestesia “depurando la técnica para evitar intentos fallidos”.
En el segundo y tercer trimestres, la gestante “puede mostrar mayor hipotensión simplemente al colocarse en decúbito dorsal (supino) en el sillón dental. Considerando el desplazamiento visceral, las sesiones no deben ser mayores a 25 minutos”. Los procesos de eliminación de caries y obturación del órgano dentario deben llevarse a cabo en una sola cita, así como también debe evitarse la colocación de curaciones temporales. Durante los tratamientos de conductos, es necesario “instrumentar con extrema precaución, para evitar perforaciones del ápice y condicionar bacteremias transitorias. En caso de abscesos periapicales y/o parodontales, realizar de inmediato el tratamiento indicado”.
Posición del sillón dental por trimestre
La posición de la paciente es un aspecto muy importante para la atención de la mujer embarazada. Para el primer trimestre, se recomienda colocar el sillón a 165°, a 150° durante el segundo, y durante el tercer trimestre a 135°.
Relación paciente-odontólogo
Un estudio realizado por la Asociación Brasileña de Postgrado en Salud Colectiva, publicado en la revista Ciencia y Salud Colectiva, encontró que hay otros factores que influyen en si la gestante acepta o no un tratamiento odontológico, además de los miedos basados en mitos o rumores populares. Uno de estos factores es la confianza que la gestante pueda tener en su odontólogo como profesional de la salud en general. Es decir, muchas veces las personas perciben que los dentistas no tienen suficientes conocimientos sobre salud en general (o sobre embarazo en particular) ya que se dedican a la salud de un área pequeña y muy específica del cuerpo, que es visto como algo de menor importancia (aunque realmente no lo sea). Será muy importante que el odontólogo establezca una relación abierta, de confianza y mucho diálogo con la gestante (y de preferencia con su obstetra también), para que esta pueda sentirse segura y acceda a recibir el tratamiento necesario.
Bibliografía:
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Fernández García, O. and Chávez Medrano, M. (2010). Atención odontológica en la mujer embarazada. Archivos de Investigación Materno Infantil, [en línea] 2(2), pp.80-84. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/imi/imi-2010/imi102g.pdf