Ya sea un consultorio, una pequeña clínica dental o hasta un gran laboratorio, existe un aparato que ha revolucionado el mundo en muchos sectores y que puede cosechar beneficios de una mayor capacidad.
Sin duda alguna, las impresoras 3D generan grandes dividendos para los odontólogos que deciden contar con ella como brazo derecho, al ayudar en plazos de entregas más rápidas, mejor flujo de trabajo y satisfacción de clientes y pacientes.
Uno de los campos que verá en esta tecnología una auténtica revolución son las prótesis dentales (puentes, coronas, dentaduras postizas, etc.). El largo, complejo y costoso proceso de fabricar prótesis dentales podría tener sus días contados, pues con la entrada de la tendencia en impresión 3D se puede tener una corona o puente en cuestión de pocas horas.
Las utilidades de la impresión digital en el campo de la salud comienzan a crear firmes pasos y todo parece indicar que un futuro no demasiado lejano, se podrá “bioimprimir”, es decir, imprimir tejidos y órganos vivos.
Aunque en el campo de prevención haya propiciado que cada vez se pierdan menos piezas dentales, la prótesis dental sigue siendo una de las ramas de la odontología con demanda en los pacientes actuales, por lo que alternativas como la tecnología 3D puede ser sumamente funcional para pacientes con estos problemas dentales.
El cambio es sustancial y definitivo. Empresas fabricantes de esta tecnología, como Stratasys, apuestan en conseguir que cada clínica dental llegue a contar con una de estas impresoras, pues es posible que, en no muchos años, el recuerdo de las primitivas prótesis artesanales sea eso, un mero recuerdo.
El futuro, invariablemente, apunta hacía la tendencias 3D y 4D, así como fresadoras DWX y dientes originales diseñados de manera virtual que son reemplazados en horas, no en meses.
Fuente: Stratasys (2016) Recuperado de: http://www.stratasys.com/mx/impresoras-3d/dental-series