Prótesis de mandíbula impresa en 3D

No hay duda que la tecnología está siendo una gran aliada en el campo de la medicina. Ya son muchos los aparatos que gracias a los avances tecnológicos brindan interesantes alternativas a los médicos de diversas áreas y a sus pacientes. Shirley Anderson es prueba de ello y ha recuperado su sonrisa gracias a la impresión 3D.

Su versatilidad y multifuncionalidad, coloca a la impresión 3D como una de las tecnologías favoritas por los expertos en medicina, quienes han utilizado este avance en la fabricación de prótesis a medida de una manera sencilla y económica.

Shirley Anderson es un paciente que fue diagnosticado con cáncer y que a consecuencia de su enfermedad perdió la mandíbula. En 1988 le descubrieron un tumor en la lengua por el cual fue sometido a cirugía para extirparlo, para posteriormente someterse a radioterapia. Estos procedimientos médicos dejaron a Anderson sin el hueso de la parte inferior de la cara.

El Doctor Travis Bellicchi, residente de la Facultad de Odontología de la Universidad de Indiana, diseñó una mandíbula artificial impresa en 3D para reconstruir la mitad inferior de la cara. El rostro de Anderson fue escaneado digitalmente para diseñar la prótesis de la mandíbula, que fue fabricada con una técnica de fundición de yeso.

Algunos médicos habían intentado reconstruir la cara de Shirley con músculos de su pecho e incluso el Dr. Bellicchi trató de fabricar una prótesis de cerámica, solución que resultó demasiado grande y pesada, haciendo que el paciente no fuera capaz de comer alimentos sólidos.

El resultado obtenido por el equipo de Bellicchi es una reproducción muy fiel de la cara. La mandíbula artificial es ligera y cómoda, haciendo posible que Anderson la lleve puesta durante mucho más tiempo. Este método que devolvió la sonrisa de Shirley, ha sido utilizado en otros seis pacientes más.

Fuente: Dentalista (2016) http://dentalista.es/web/art%C3%ADculos/3d-dental-%20cancer/

La oclusión dental puede afectar la postura y equilibrio

El contacto que se establece entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca, conocido en el mundo odontológico como oclusión dental, puede influir en la aparición de problemas posturales o del equilibrio.

Investigadores de Barcelona e Innsbruck han descubierto la relación entre este problema dental y el equilibrio. Desde hace algunos años existe un creciente interés de los médicos en corregir el contacto imperfecto de los dientes, con el objetivo de evitar problemas como dolor mandibular, diastemas o apiñamiento.

Dichos investigadores también han observado en estudios publicados en Motor Control y Neuroscience Letters, una relación entre una mordida imperfecta y el control de la postura. Aunque las estadísticas de esta relación son bajas, ésta aumenta cuando existen condiciones de fatiga en la persona o cuando se dan condiciones de inestabilidad.

“Cuando existe una mala oclusión, esta se clasifica por criterios establecidos científicamente. Lo relevante en el estudio es que se ha relacionado además con diferentes alteraciones motoras y fisiológicas”, ha explicado Sonia Julià-Sánchez, autora principal de los trabajos e investigadora en la institución catalana.

Dentro de los estudios e investigaciones realizadas se revelaron datos concluyentes que refieren un mejor control postural tanto de equilibrio estático como dinámico, al corregir diferente maloclusiones que lleven la posición de la mandíbula a un punto neutro.

La influencia recíproca entre el nervio trigémino y el núcleo vestibular, responsables de la función masticatoria y el control del equilibrio, respectivamente, explicaría que las maloclusiones dentales perjudican el control de la postura. Sin embargo, la investigaciones no habían logrado ser concluyentes.

Para esto se realizaron dos estudios. El primero tomó en cuenta el tipo de oclusión dental y si se había realizado algún tratamiento de ortodoncia previo. Los resultados arrojaron que las alteraciones en la alineación de los dientes se relacionaban con un peor control del equilibrio estático.

El segundo estudio abordó el tipo de oclusión dental, el control de la postura y la fatiga física, para así conocer si existía relación entre estos factores. Los resultados mostraron que el equilibrio mejoraba cuando las maloclusiones se corregían, y que estas influían más en el control de la postura en condiciones de fatiga que en reposo.

Para los deportistas esta relación puede ser importante y trascendente en su rendimiento, así como en la prevención de lesiones provocados por desequilibrios inesperados, pues la fatiga es mayor y la capacidad de respuesta motora se reduce.

Por esta razón, es útil que tanto la población general como los deportistas valoren seriamente corregir la oclusión dental, lo que ayudará a tener un mejor control de la postura, evitando caídas o desequilibrios.

Fuente: Biotechmagazine.es (2016) Recuperado de: http://dentalista.es/web/art%C3%ADculos/oclusion-dental/

¿Qué es el Síndrome de Disfunción de la Articulación Temporomandibular (ATM)?

Los dientes no son los únicos elementos que conforma la boca, existen una serie de músculos, huesos y articulaciones que son parte de esta estructura.

La articulación temporomandibular conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza. Su importancia es grande en el esquema de nuestra estructura bucal. Cuando esta funciona de forma correcta, permite hablar, masticar y bostezar, pero cuando no funciona de forma óptima puede traer problemas en la articulación y músculos que la rodean y causar una serie de síntomas:

  • Dolor que se disemina hacia la cara, la mandíbula o el cuello
  • Rigidez en los músculos mandibulares
  • Limitación del movimiento o bloqueo de la mandíbula
  • Chasquidos dolorosos al mover la mandíbula
  • Cambios en la alineación de los dientes superiores e inferiores

Este tipo de padecimiento requiere de una serie de tratamientos para controlarse y en ocasiones, resulta indispensable de la colaboración de varios especialistas dentales y médicos.

La férula de descarga o guarda, es uno de los tratamientos principales, el cual consiste en que el paciente  coloque sobre sus dientes un dispositivo que los proteja. Existen diversos tipos, sin embargo, su diseño debe realizarse de forma individual y personalizada a la patología del paciente, a través de un estudio craneomandibular exhaustivo.

La fisioterapia es otra alternativa a realizar para este padecimiento, pues un tratamiento manual de gran ayuda. Aunado a esto, es muy importante que el paciente se someta a técnicas de control de la tensión mandibular.

Estar en armonía y relajados es también de gran ayudar, la reducción del estrés diario es una de las mejores formas de ayudar a recuperarse de los músculos y las articulaciones de la mandíbula.